sábado, marzo 22, 2008

ayer

Ayer yo tenía pena, mucha pena.
Ver la luna en el cielo
me provocaba un gran vacío
y la brisa de la noche
me incendiaba el corazón.

Pero la lealtad lo llenó todo
y el amor hizo su tarea:
estuvieron todos los que debían estar,
llegaron todos los que me querían abrazar
y me hablaron todos los que tenían
algo que decirme.
Sí.
Ayer yo tenía pena, mucha pena.
Pero eso fue
ayer...
Hoy,
mi alma se acurrucó, confiada,
en todo el cariño que el ayer le regaló.

domingo, marzo 09, 2008

MUJERES, SANAD A LAS MUJERES

La Nación Seneca de Indios es una de seis tribus de la Confederación Iroquois
(Cayuga, Mohawk, Oneida, Onondaga, Seneca y Tuscarora)
que ocuparon tierras aborígenes en lo que actualmente es
el Estado de Nueva York.

La siguiente profecía fue transmitida
tal como una abuela del pueblo Seneca
se la contó a Espíritu Lobo
(un portador de la Pipa Lakota).

"Debemos trabajar con las mujeres para ayudar a sanar su dolor.
En estos tiempos venideros
debemos aprender a ayudar a las mujeres a recuperar su poder.
Si ellas no reclaman su poder, se nos dice, el mundo estará perdido.
Porque los hombres ya no actúan como tales,
no se comportan como hombres nobles ni dignos
y no llevan las palabras de la Divinidad cerca de su corazón.
Son las mujeres las que recordarán quiénes son
porque ellas llevan viviendo muchos miles de años
sabiendo quiénes eran,
pero sin que nunca la Verdad pudiese salir de sus bocas.
Cuando las personas abandonaron el buen Camino Rojo,
y comenzaron a caminar por la franja negra del camino
(las calles, autopistas, ferrocarriles)
a las mujeres se las reprimió
porque ellas seguían advirtiendo a los hombres
de que estaban errando el camino.
Por ello:
"MUJERES: SANAD A LAS MUJERES,
ENTONCES PODRÁN SANAR A SUS HOMBRES
Y JUNTOS PODRÁN SANAR A LA TIERRA..."