Y la vida es mágica: el tiempo ha pasado y me he atado y desatado. Pero lo que más me gusta es estar atada a ti sin estar atada. Me gusta eso de mirarse y disfrutarse sólo con la mirada. Me encanta eso de abrazarse sin abrazarse y de besarse sin besarse, porque me nace natural y a ti, también te nace y te complace. Y es bueno estar atadamente desatados, libres, cada uno en su espacio cotidiano, pero juntos, cuando es posible edificar nuestro mundo en un segundo. Lejos de nuestras vidas. Afuera del hastío. Porque todo se va cuando soy tuya y tú eres mío...