Mensaje
Recibí el siguiente mensaje o ashtar:
"Aquí Estoy, muy cerca de ustedes, junto a su corazón.
Sé que están tristes, sé que su humanidad les impide ver toda la Luz que desciende sobre ustedes.
Sé que se sienten solos a pesar de los constantes contactos, información y amor que se derraman para ustedes.
Sé que aunque el velo se ha debilitado aún los separa de su Verdad, les impide ver su grandeza y asirse de ella, fortalecidos, serenos, grandiosos como son.
Su elección de descender a la Tierra en estos tiempos ha sido muy importante, ES muy importante. Sus espíritus son fuertes y pulsan dentro de su corazón, sin descanso.
Son llevados por senderos implacables, donde la soberbia, el desamor, la mentira, hacen lo suyo, lo propio, y su mente gana terreno y los confunde. El miedo se entromete y los limita. Desean aferrarse a un hermano que les brinde seguridad, buscan situaciones estables, sin embargo, es inútil, todo se derrumba una y otra vez, dejando su corazón herido, pero su espíritu sigue pulsando, anclando el Amor del Padre-Madre que se desborda y los unge.
Su decisión ha sido tomada, mis queridos, y en sus vidas se manifiesta lo justo: avanzan hacia su Luz y con ustedes, otros tantos. Familias y familias de almas se reencuentran, se agrupan, se despiertan. Poco a poco sus conciencias se expanden y anidan la Luz.
Somos Uno, un Hijo Amado que se expresa en millones de galaxias y universos, manifestando a Dios en cada pensamiento, cada palabra, cada suspiro. Somos Dios vibrando en cada partícula de su cuerpo, experiencia valiosa de todos para todos. Lo que uno recibe, todos lo reciben, lo que uno pierde, todos lo pierden.
Un gran árbol, listo para la cosecha.
Sus espíritus los empujan, los inquietan, los conmueven. Encuentros y desencuentros surgen inevitablemente, pues el tiempo se ha cumplido y se aprestan a volver a su Luz.
El Espíritu Santo se ha derramado sobre la Tierra y los hijos de Dios son engendrados en sus corazones.
No desfallezcan. No están solos. Llamen y estaremos. Pidan y recibirán abundantemente. Abran su corazón en su intimidad, en su silencio, en su instante santo y será desbordado del amor verdadero, alimento sublime de los hijos de Dios.
Sus mentes se purifican, sueltan sus apegos y liberan sus cadenas inevitablemente. Su mente, como nunca, se siente desposeída, desarraigada, perdida, traicionada. Su testigo interior vigila día y noche. El dolor viene de ella, de su mente herida, reprimida, desarmada, expuesta. Han logrado deshacer el trabajo de miles y miles de vidas.
La mente humana gobernó por mucho tiempo, poseyendo su cuerpo, limitando su alma, debilitando los impulsos del espíritu, atemorizando, subyugando, matando. Hoy, el Tiempo se ha cumplido, la Luz desciende y la ilusión se desvanece. La verdad prevalece anidada, vida tras vida, la semilla de la verdad, que brota y florece en sus corazones con hermosos tonos de rosa, verde, azul, dorado... los rayos y sus poderes se despiertan junto con su consciencia y manifiestan en la carne la belleza del amor.
No duden, acepten sus debilidades y en ellas pongan amor y éstas serán fortalezas y así, una a una, día con día, resucitarán su poder.
Cada lágrima que viertan en este camino de ascenso purifica su cuerpo. Diluidas en ellas, el temor que han cargado por muchas vidas y que ahora liberan a través de ellas, sus lágrimas purificadoras.
Sientan nuestro abrazo consolador, sientan nuestro cálido abrazo en su corazón y que su voluntad y la nuestra sean una, que es la misma de ahora y de siempre, la misma del principio eterno, sin pérdida ni falta, sólo un largo camino de evolución encendiendo la materia.
Estoy en su corazón.
Maestro Jesús".
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