Madrugada
Y lloró por la muñeca rota,
porque su mejor amiga no la invitó a su cumpleaños,
porque su maestra no reconoció que era buena,
y sus padres la hicieron madurar antes de tiempo...
También, porque le arrebataron su primer amor
Y porque aquél que la besó primero la olvidó al punto.
Lloró porque sólo ella valoró esa primera vez,
y nadie más sufrió por ese primer hijo,
que juró defender y amar eternamente, cumpliendo estrictamente...
Además, por ese matrimonio donde puso tanto y recogió miserias
Y por aquél embarazo solitario que le enseñó a ser más fuerte,
cuando sólo pretendía ser protegida y amada
y ya no quería seguir luchando...
Más tarde, lloró porque el asilo propuesto era prestado y cobrado,
a pesar de las promesas de que sería gratuito,
aprendiendo que la propia familia no es confiable.
...porque se sintió utilizada y vencida mil veces.
Pero después de eso, en la breve levedad de un sollozo,
un fuego empezó a arder adentro de su pecho,
muy adentro.
Abrió los ojos y vio que estaba viva y que seguía siendo fuerte.
Y se rió.
Y su carcajada tuvo el poder de cambiar la tristeza de esa noche...
Y todas las penas que la vida seguiría trayendo.