Hijos
No amo a nadie
como amo a mis hijos...
Ni amé a nadie
como los amo a ellos.
Alguna vez
-antes de ser madre-
creí que había conocido
toda forma de renunciación.
Pero no.
Y es algo mucho más profundo que el consabido
"carne de mi carne y sangre de mi sangre"...
Decir hijos es decir inmortalidad, futuro y esperanza.
2 comentarios:
Bello, muy bello. Abrazos.
Uno siente eso pues "el amor más desciende que asciende", pero está el marido que junto contigo los produjo. ¡No dejarlo a la cola es la consigna! al final, justo porque amamos a los hijos debemos dejarlos marchar. En enero se me casa la 4 hija. Ya se han ido todos ellos y entre todos tengo uno sacerdote y me queda otro en casa.
Besos
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