lunes, octubre 16, 2006

Desde que te marchaste de mi casa no he vuelto a saber nada de ti. Nada. Pero es sin duda mejor de esta manera.
No obstante, lo mejor de todo es que cada hora se asoma menos tu recuerdo.
Cada vez menos.
Y confío en que muy pronto sólo será el dulce sueño de un inesperado verano, que principió con una buena conversación en un café, cuando repasamos nuestras cuadras de existencia como universitarios y que finalizó en las postrimerías del invierno tras los perniciosos efectos de una depresión.
Así, en el futuro, tal vez hasta sonría preguntándome cómo es que lo nuestro llegó y pasó, y se fue, como otra experiencia de la vida...

5 comentarios:

fgiucich dijo...

Penas, penitas del corazón. Lindo y melancólico. Abrazos.

princess olie dijo...

Fernando:
Palabras simples que brotan siempre en medio de la madrugada...
cuando la sensibilidad se escurre por los poros de la noche.
Abrazos,
..........................
Mi niña:
En efecto, hija, mal que mal, el recuerdo es grato y su paso tuvo la virtud de hacerme despertar.
..........................

Lety Ricardez dijo...

Lo que se deja salir, no hace sepulcro en el corazón. Animo que sucederá como esperas querida Olie

Te dejo mi abrazo

Anónimo dijo...

Aja, no es facil escribir lo que has escrito...
El amor es asi, los recuerdos buenos siempre van a estar..
Pero siempre hay que mirar para adelante, otra no queda.
Un beso desde Buenos Aires,Argentina

princess olie dijo...

Mi querida Lety:
En efecto, así es, amiga.
Tengo que dejarlo salir...
..........................
Guillermo:
Mirar hacia adelante cuesta si hay una atadura atrás, por eso hay que desatar y desatar.

Cariños a ambos,