lo que quedó
¿Qué fue lo que quedó
de entonces?
¿Qué es lo que guardo de ti
después de un tiempo?
Nada.
Todo.
Algo.
Poco.
Ni un rastro en la noche:
cada lágrima
lavó la cara de la luna.
Ninguna huella
que el agua mañanera
no borrara con paciencia.
Nuestras voces perdidas
entre los farellones
y las olas iracundas.
Mas, sin embargo,
no obstante,
empero,
por cierto,
me miro el alma
de vez en cuando
y aún encuentro
esas tenues quemaduras
de tu lumbre...
2 comentarios:
el problema frente a tanta luz es que primero le huyes, luego te acostumbras y por último, casi sin pensarlo, te parece que nada puede llegar a verse bien si no es a través de esa oleada de claridad. lo que era normal se vuelve opaco.... y pocas veces lo opaco conforma...
Uno siempre descubre que han quedado rastros de esos amores que han pasado por nuestras vidas. Bello e intenso. Abrazos.
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