jueves, febrero 10, 2011

Cuestión de práctica

Tras largos años al margen, mi retorno no estuvo exento de dificultades. Olvidadas las contraseñas para postear y comentar, sólo el azar permitió restablecer el contacto...

Pero acá estoy instalada bajo una noche de luna creciente
que se sonroja al contemplarse en un océano de granito,
de mareas opalescentes, de intermitentes noctilucas y de profundas verdades.

Tal vez por eso, la noche siempre ha sido semejante al alma humana...

1 comentario:

fgiucich dijo...

Una luna inspiradora. Abrazos.