Entre pausas...
A veces uno se paraliza en la vida, quiere cambios, pero se petrifica.
La naturaleza también se detiene.
Son milésimas de segundo en su caso,
pero en el nuestro, a veces dura un largo proceso.
En los últimos años, mis ciclos de pausa han sido más pesados y densos,
y ha sido difícil reanudar la marcha.
En eso estoy ahora y me ha costado, porque en mil batallas libradas
agujereé la cota de malla y perdí la lanza y mi adarga.
Pero no importa. Estoy levantándome de nuevo.
Y en mis plegarias nocturnas pido, bajo un manto de estrellas:
"Dios, ayúdame a retomar la danza de las horas en cuanto a la acción,
en cuanto a la búsqueda,
y en cuanto al movimiento de mi vida..."
Porque lo demás llegará solo, por añadidura...
2 comentarios:
Día de por medio paso por esta casa con la esperanza de que en algún momento volverías, a pesar de las heridas de tus mil batallas. Tenerte de vuelta, querida amiga, es un verdadero lujo. Por favor, no te vuelvas a ir. Abrazos.
Siempre acogedor,
querido Fernando...
Publicar un comentario