jueves, enero 05, 2006

ATARDECER.-


En "El Principito", Antoine de Saint Exupery expresa que "ningún atardecer es igual a otro"
El que ahora les muestro, constituye un clásico atardecer otoñal...
Al contemplar la foto, pareciera oír los graznidos de las gaviotas, que se alejan,
para ir a dormir al desierto...
El mar está en calma, en contraste con las marejadas que hoy azotan la costa de la
Región de Antofagasta.
Sin duda, la Naturaleza es el mejor regalo para los ojos y los oídos.
A ella pertenecemos, aunque esta verdad se nos olvida en medio del cemento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

LINDOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Lety Ricardez dijo...

Un gozo y un deber unidos el que nos impone la naturaleza: preservar su belleza y la vida que nos brinda.
Algo que como dices tú, no debemos olvidar entre el cemento.
Besos

princess olie dijo...

Querida Lety:

Ayer arranqué del cemento. Hoy vi un atardecer distinto frente al mar. Me dolió, en todo caso, verificar que la costa antofagastina hoy tiene olas color café... El derrame de petróleo del buque "Eider" aún nos golpea y ensucia.
Sin perjuicio de ello, la Naturaleza igual nos permite entrar dentro de uno mismo y admitir nuestra pequeñez.
Un beso grande desde Chile:
Olie