jueves, noviembre 17, 2005
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En ANTOFAGASTA, desde mi balcón, un atardecer de abril, una obra en proceso, un obrero de cara al ocaso...
Ruinas de Huanchaca, fundici�n de plata, actualmente cercana a los terrenos de la Universidad Cat�lica del Norte
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princess olie
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jueves, noviembre 17, 2005
2 comentarios:
Olie:Parece que voy a tener que ir al Norte.Yo naci en el Norte Chico.Pero esto es el verdadero Norte.Desierto y soledad.
Pero no tengo vacaciones hasta marzo del 2006.
Jorge
El Norte Grande se puede visitar en cualquier época. Y te aseguro que en ningún otro lugar del mundo encontrarás más soledad ni la posibilidad de hallarte a ti mismo, de meditar, de reflexionar. La costa no ofrece la enorme soledad de los salares, del desierto mismo, ni de la precordillera, pero puedes deleitarte con el espectáculo del mar frente a los cerros que, en la mañana, son azulados, al mediodía, marrones y al atardecer, violetas. Y en todas las culturas del mundo antiguo, los desiertos eran sagrados.
Ojalá concretes tu viaje. Y si bien puede parecer cliché, San Pedro de Atacama, el Valle de la Luna, y los géyseres del Tatío han sido visitados más por los europeos que por nuestros compatriotas.
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